Entre leyendas de Santos Lugares y Santos Griales, e historias de terribles matanzas y Santas Cruzadas, aparece la figura casi mítica del guerrero templario, aquellos caballeros surgidos en el SXII para proteger y defender a los peregrinos en Jerusalén. Afamados por su valor en combate, sus votos de castidad, obediencia y pobreza, en sus territorios no se permitía el derecho de pernada, impulsaron el arte, la arquitectura, el intercambio cultural y científico con sus vecinos árabes en Tierra Santa. Un poder económico y militar que los enfrentaba con el mismísimo rey de Francia, fue el principio de su persecución y muerte en la hoguera a manos de la Inquisición. Acusados de blasfemia, herejía y sodomía, un halo de misterio planea aún hoy sobre una de las más poderosas sociedades secretas.

“Mátalos a todos, que Dios ya reconocerá a los suyos". Si ves caminantes pálidos, flacos y descalzos por los pueblos del Landeloc, no temas, son los Cátaros, esos mensajeros perfectos, buenos hombres, vegetarianos, célibes, gnósticos, dedicados a la vida religiosa, de sabiduría primigenia, que ni recaudan ni se otorgan beneficios. Gentes que rechazan juramentos, que guardan el secreto divino y que la iglesia, para exterminar todo conato de herejía, ha sofocado en su cruzada albigense. Su misteriosa historia es un canto a la verdad, la libertad y al amor, a la búsqueda del conocimiento de Dios para la salvación. El 1 de marzo de 1244 se rinde el último foco de resistencia en el Castillo de Montsegur, donde dicen albergan el Grial. 200 cátaros son quemados vivos.

[80's Helloween "Keeper"]

“Mátalos a todos, que Dios ya reconocerá a los suyos". Si ves caminantes pálidos, flacos y descalzos por los pueblos del Landeloc, no temas, son los Cátaros, esos mensajeros perfectos, buenos hombres, vegetarianos, célibes, gnósticos, dedicados a la vida religiosa, de sabiduría primigenia, que ni recaudan ni se otorgan beneficios. Gentes que rechazan juramentos, que guardan el secreto divino y que la iglesia, para exterminar todo conato de herejía, ha sofocado en su cruzada albigense. Su misteriosa historia es un canto a la verdad, la libertad y al amor, a la búsqueda del conocimiento de Dios para la salvación. El 1 de marzo de 1244 se rinde el último foco de resistencia en el Castillo de Montsegur, donde dicen albergan el Grial. 200 cátaros son quemados vivos.

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“Mátalos a todos, que Dios ya reconocerá a los suyos". Si ves caminantes pálidos, flacos y descalzos por los pueblos del Landeloc, no temas, son los Cátaros, esos mensajeros perfectos, buenos hombres, vegetarianos, célibes, gnósticos, dedicados a la vida religiosa, de sabiduría primigenia, que ni recaudan ni se otorgan beneficios. Gentes que rechazan juramentos, que guardan el secreto divino y que la iglesia, para exterminar todo conato de herejía, ha sofocado en su cruzada albigense. Su misteriosa historia es un canto a la verdad, la libertad y al amor, a la búsqueda del conocimiento de Dios para la salvación. El 1 de marzo de 1244 se rinde el último foco de resistencia en el Castillo de Montsegur, donde dicen albergan el Grial. 200 cátaros son quemados vivos.

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