Bienvenidos a la distopía. A veces la realidad supera la ficción. Metrópolis de Fritz Lang nos anticipó una ciudad futurista, capitalista y de ocio, con la tecnología y robótica endiosadas, y las relaciones laborales deshumanizadas y ausentes de corazón. Tiempos Modernos de Chaplin abundó también en esa idea. La obra antiutópica de Ernst Jünger —El Trabajador, Heliópolis, Eumeswill o Sobre los acantilados de mármol— adelantó su visión sobre la degradación del individuo como objeto funcional homogeneizado —que curiosamente oscurece su rostro humano con máscaras—, las servidumbres del poder, los generadores de opinión, la demagogia, la tiranía y los totalitarismos de las sociedades descompuestas sometidas al nihilismo. Orwell en su 1984 pintó un mundo de control, con un gran hermano vigilante y una policía del pensamiento diciéndonos qué pensar, con la imposición de la dictadura del partido único lavando el cerebro desde la omnipresente telepantalla, la propaganda y las consignas de la neolengua (“La guerra es la paz”, “Libertad es esclavitud”, “Ignorancia es la fuerza.”). En Un mundo feliz de Huxley, se anuncia un paraíso donde absolutamente todo estaba determinado, que niega el libre albedrío, maneja las emociones, el uso de la tecnología para controlar la sociedad, esa sociedad de consumo felizmente esclavizada y vaciada de todo contenido espiritual. Fahrenheit 451 de Bradbury, predijo nuevamente una Arcadia feliz uniforme y opresiva con la libertad de expresión cercenada, que censura el pensamiento y el conocimiento, con una sociedad obsesionada con los medios de comunicación de la tv y la radio que por contra quema los libros,  sus ciudadanos vigilados, vigilantes e informantes, donde toda censura es un bien social y persigue al disidente. La más reciente Viaje al final de los tiempos de José Javier Esparza, con la civilización técnica y los excesos de la ingeniería genética, frente a la búsqueda desesperada por lo sagrado y el retorno del espíritu. Hasta la saga de Matrix que pone el foco en el determinismo, las ataduras del sistema, la libertad, nuestra dominación y la programación mental.

A pesar de grandes poderes en la sombra, poderes fácticos, multinacionales influyentes, clubs bilderbergs, loobies, think tanks, sociedades masónicas, terminales mediáticas, corrientes de pensamiento, planes y agendas futuras o de gobiernos que mienten y encorsetan, se pueden buscar teorías de la conspiración, pero lo cierto es que la gran masa está ya intoxicada y alienada. La hegemonía cultural de la que hablaba Gramsci ha barrido todo. Se ha dado una vuelta de tuerca a aquellas predicciones distópicas. Todo en nombre de la democracia, la libertad, la igualdad y el progreso. La verdadera libertad ha sido socavada. Hoy ya no tienen que mover los hilos, somos esclavos felices, el lavado de cerebro y la conquista de las mentes en su estadio final. Adoramos nuestro yo subjetivo y nuestra verdad relativa convertida en absoluta, engordamos nuestro ego en las redes, proyectamos lo que no somos. Porque somos individuos neurotizados, armas de manipulación masiva que juegan a la cultura de la cancelación, a las fake news, al lenguaje inclusivo y a la corrección política. Somos borregos y masas adoctrinadas pero esto ni lo sabemos y si nos lo cuentan tampoco lo creeremos. Nuestras preferencias y gustos Google ya los conoce. Somos impulsos alimentados por un algoritmo que funciona con inteligencia artificial, y que nos dice cómo pensar y cómo sentir. Adocenados, dóciles infraseres y sin capacidad de reacción, tan sólo la que se espera de nosotros, la del rebaño. Se ha enderezado la naturaleza misma con el poder de la ciencia y la técnica, finalmente rediseñado la sociedad y al ser humano. Es la nueva religión, un laberinto de parábolas nuevas, imágenes desmoronadas, iconos precarios y las grandes verdades silenciadas, lanzadas al ostracismo. 

Frente a la deshumanización de la posmodernidad, la posthumanidad globalista del nuevo orden mundial y la decadencia nihilista contemporánea, no queda más que emboscarse como decía el soldado poeta, anarca y rebelde maldito Jünger, regresar al “bosque”, al refugio, a la resistencia interior, extramuros del sistema, a solas con uno mismo. Hora de esfuerzo y voluntad,  fuerza primordial, individualidad creadora, distanciamiento de la homogeneidad, transversalidad y disidencia. Como el montaraz que se exilia y se rearma, cuando llega el momento cabalga a la bestia y se lanza a la batalla.

La posmodernidad ha llegado para quedarse, las corrientes políticas conocidas hasta la fecha están heridas de muerte, por muchas renovaciones de su mensaje para seguir en la rueda del sistema, nada podrán hacer frente al poderoso sistema capitalista, ya en la órbita del transhumanismo y la Inteligencia artificial.

Los apóstoles de la evolución con sus soluciones prometeicas han cargado su munición globalista y relativista, y la han lanzado sobre todo bicho viviente. Su visión es la de siempre, la liberación, el reino de la felicidad en la tierra, que no esconde sino un vil interés por amasar fortunas y poder para sus élites y sus linajes.  Pero ese mundo inventado que tratan de imponernos no es el verdadero y su concepción del hombre tan alejada de la verdad pretende crear una masa amorfa, manejable, desnaturalizada y neurótica emancipada por sus verdades relativas y su autodeterminación subjetiva. Por muchas legislaciones que articulen, por mucho adoctrinamiento jamás podrán poner diques a la libertad y a la vida, negar su realidad espiritual y desacralizarla es el objetivo de sus planes y agendas. 

La AI y las nuevas tecnologías son una vuelta de tuerca en todo ese proceso. Lo va a transformar absolutamente todo. Piensen en los puestos de trabajo, la ingeniería genética, la nanotecnología, la reproducción asistida, la criogenia, los bebes a la carta, la superación de la muerte, los algoritmos, los robots, los cyborg, las conexiones cerebro-maquina... se habla de una cuarta revolución Industrial, en la que los viejos modelos económicos y políticos van a ser inservibles. Frente a ese mundo distópico de ciencia ficción del poshumano y el trasnhumanismo cada vez más presente, vuelta a la concepción trascendente del hombre, una actualización de la Tradición como respuesta al nihilismo y el hipertecnologismo que viene. 

Dethrone Tyranny!! Gamma Ray, una de las bandas alemanas de power metal de referencia, fundada por Kai Hansen (guitarrista de Helloween), nos avisa y nos muestra el camino. Sus temas explícitos como “Illuminati You will never take control !” o “New World Order” desgraciadamente tan tan actuales…

Illuminati You will never take control !:

-------

Illuminati

You've come to take control

You can take my heartbeat

But you can't break my soul

We all shall be free

Illuminati

You'll never take control

Your new world order

Will lead to none at all

We all stand before you as one

Heaven is for everyone

To be free from the dark

New World Order:

-------

On wings of tomorrow we're coming to fly

Erasing the sorrow and this is the place where you die

We're shaking the chains off the world of today

We're coming to get you no matter what you're gonna say,

This is the time of the ending

It's the dawn of a new world order

This is a new beginning

Where a new world shall arise, we scream

On the wings of yesterday you're gonna die

And you know it's gonna be - we're screaming

This is illumination - we are

We are illuminates - beware

This is illumination - we are

We are illuminates

We live inside society, our presence is unknown

We plot and we manipulate you to which way to go

Illumination comes across the world to bring an end

Intimidating silent force that puts us in command

This is the dawn of the ending

It's the time of a new world order

This is a new beginning

Where a new world shall arise, we scream

On the wings of yesterday you're gonna die

And we know it's gonna be - forever

This is illumination - We are

We are illuminates - Beware

This is illumination - We are

We are illuminates

In the darkness, we shall await

Prepare for changes, to seal your fate

This is illumination - We are

We are illuminates - Beware

This is illumination - We are

We are illuminates

Hubo un tiempo remoto en que los dioses caminaban entre los hombres, una era mítica que acabó corrompiéndose hasta que la edad oscura se apoderó de todo… donde según las viejas escrituras hindúes vendrá el último avatar para liberarnos del kaliyuga…

Frente a la fe ciega en el mesías del fin de los tiempos y al retiro físico y espiritual aislado en un palacio de cristal, surge un camino de la mano izquierda dentro de esta entropía, un sendero activo espiritual y guerrero, donde cabalgar el tigre , evitando ser devorado a la espera de que se fatigue de correr…

La tradición sapiencial invita a sumergirse radicalmente en la vida, en tu vida, asumirla, aceptarla, confrontarla, tomar conciencia, forjarse y aprender de ella, sin miedo, adentrarse en sus múltiples escenarios, integrar todas esas experiencias dispares y contrapuestas, que ardan en tu interior, enseñanzas que te ayuden a ser tu propio avatar, la luz en la oscuridad… una invitación a admirar la grandeza, el esplendor y magia que rodean tu existencia, a vivir en verdad y en libertad, a trascender superando tus propias dificultades y miserias. 

El budismo tibetano nos acerca al dios Mahakala, un guerrero interno, compasivo, el protector del dharma, de las doctrinas secretas, de la sabiduría y del linaje, aquel antiguo demonio cuya cabeza adorna con sus cinco venenos o kleshas que transmutó en cinco sabidurías, una divinidad airada e iracunda capaz de llevar luz en las tinieblas, como símbolo de lucha que despierta pura energía y fuerza inquebrantable para superar y disolver los obstáculos y negatividades que impiden el camino espiritual.

Hubo un tiempo remoto en que los dioses caminaban entre los hombres, una era mítica que acabó corrompiéndose hasta que la edad oscura se apoderó de todo… donde según las viejas escrituras hindúes vendrá el último avatar para liberarnos del kaliyuga…

Frente a la fe ciega en el mesías del fin de los tiempos y al retiro físico y espiritual aislado en un palacio de cristal, surge un camino de la mano izquierda dentro de esta entropía, un sendero activo espiritual y guerrero, donde cabalgar el tigre , evitando ser devorado a la espera de que se fatigue de correr…

La tradición sapiencial invita a sumergirse radicalmente en la vida, en tu vida, asumirla, aceptarla, confrontarla, tomar conciencia, forjarse y aprender de ella, sin miedo, adentrarse en sus múltiples escenarios, integrar todas esas experiencias dispares y contrapuestas, que ardan en tu interior, enseñanzas que te ayuden a ser tu propio avatar, la luz en la oscuridad… una invitación a admirar la grandeza, el esplendor y magia que rodean tu existencia, a vivir en verdad y en libertad, a trascender superando tus propias dificultades y miserias. 

El budismo tibetano nos acerca al dios Mahakala, un guerrero interno, compasivo, el protector del dharma, de las doctrinas secretas, de la sabiduría y del linaje, aquel antiguo demonio cuya cabeza adorna con sus cinco venenos o kleshas que transmutó en cinco sabidurías, una divinidad airada e iracunda capaz de llevar luz en las tinieblas, como símbolo de lucha que despierta pura energía y fuerza inquebrantable para superar y disolver los obstáculos y negatividades que impiden el camino espiritual.

Hubo un tiempo remoto en que los dioses caminaban entre los hombres, una era mítica que acabó corrompiéndose hasta que la edad oscura se apoderó de todo… donde según las viejas escrituras hindúes vendrá el último avatar para liberarnos del kaliyuga…

Frente a la fe ciega en el mesías del fin de los tiempos y al retiro físico y espiritual aislado en un palacio de cristal, surge un camino de la mano izquierda dentro de esta entropía, un sendero activo espiritual y guerrero, donde cabalgar el tigre, evitando ser devorado a la espera de que se fatigue de correr…

La tradición sapiencial invita a sumergirse radicalmente en la vida, en tu vida, asumirla, aceptarla, confrontarla, tomar conciencia, forjarse y aprender de ella, sin miedo, adentrarse en sus múltiples escenarios, integrar todas esas experiencias dispares y contrapuestas, que ardan en tu interior, enseñanzas que te ayuden a ser tu propio avatar, la luz en la oscuridad… una invitación a admirar la grandeza, el esplendor y magia que rodean tu existencia, a vivir en verdad y en libertad, a trascender superando tus propias dificultades y miserias. 

El budismo tibetano nos acerca al dios Mahakala, un guerrero interno, compasivo, el protector del dharma, de las doctrinas secretas, de la sabiduría y del linaje, aquel antiguo demonio cuya cabeza adorna con sus cinco venenos o kleshas que transmutó en cinco sabidurías, una divinidad airada e iracunda capaz de llevar luz en las tinieblas, como símbolo de lucha que despierta pura energía y fuerza inquebrantable para superar y disolver los obstáculos y negatividades que impiden el camino espiritual.

Hubo un tiempo remoto en que los dioses caminaban entre los hombres, una era mítica que acabó corrompiéndose hasta que la edad oscura se apoderó de todo… donde según las viejas escrituras hindúes vendrá el último avatar para liberarnos del kaliyuga…

Frente a la fe ciega en el mesías del fin de los tiempos y al retiro físico y espiritual aislado en un palacio de cristal, surge un camino de la mano izquierda dentro de esta entropía, un sendero activo espiritual y guerrero, donde cabalgar el tigre, evitando ser devorado a la espera de que se fatigue de correr…

La tradición sapiencial invita a sumergirse radicalmente en la vida, en tu vida, asumirla, aceptarla, confrontarla, tomar conciencia, forjarse y aprender de ella, sin miedo, adentrarse en sus múltiples escenarios, integrar todas esas experiencias dispares y contrapuestas, que ardan en tu interior, enseñanzas que te ayuden a ser tu propio avatar, la luz en la oscuridad… una invitación a admirar la grandeza, el esplendor y magia que rodean tu existencia, a vivir en verdad y en libertad, a trascender superando tus propias dificultades y miserias. 

El budismo tibetano nos acerca al dios Mahakala, un guerrero interno, compasivo, el protector del dharma, de las doctrinas secretas, de la sabiduría y del linaje, aquel antiguo demonio cuya cabeza adorna con sus cinco venenos o kleshas que transmutó en cinco sabidurías, una divinidad airada e iracunda capaz de llevar luz en las tinieblas, como símbolo de lucha que despierta pura energía y fuerza inquebrantable para superar y disolver los obstáculos y negatividades que impiden el camino espiritual.

Hubo un tiempo remoto en que los dioses caminaban entre los hombres, una era mítica que acabó corrompiéndose hasta que la edad oscura se apoderó de todo… donde según las viejas escrituras hindúes vendrá el último avatar para liberarnos del kaliyuga…

Frente a la fe ciega en el mesías del fin de los tiempos y al retiro físico y espiritual aislado en un palacio de cristal, surge un camino de la mano izquierda dentro de esta entropía, un sendero activo espiritual y guerrero, donde cabalgar el tigre, evitando ser devorado a la espera de que se fatigue de correr…

La tradición sapiencial invita a sumergirse radicalmente en la vida, en tu vida, asumirla, aceptarla, confrontarla, tomar conciencia, forjarse y aprender de ella, sin miedo, adentrarse en sus múltiples escenarios, integrar todas esas experiencias dispares y contrapuestas, que ardan en tu interior, enseñanzas que te ayuden a ser tu propio avatar, la luz en la oscuridad… una invitación a admirar la grandeza, el esplendor y magia que rodean tu existencia, a vivir en verdad y en libertad, a trascender superando tus propias dificultades y miserias. 

El budismo tibetano nos acerca al dios Mahakala, un guerrero interno, compasivo, el protector del dharma, de las doctrinas secretas, de la sabiduría y del linaje, aquel antiguo demonio cuya cabeza adorna con sus cinco venenos o kleshas que transmutó en cinco sabidurías, una divinidad airada e iracunda capaz de llevar luz en las tinieblas, como símbolo de lucha que despierta pura energía y fuerza inquebrantable para superar y disolver los obstáculos y negatividades que impiden el camino espiritual.

El último íbero fue un cometa humano que atravesó este mundo hasta perderse en el Iditarot, aquel lugar lejano del que hablaban los nativos de Alaska. Su esplendor nos dejó una ráfaga luminosa que, como los antiguos chamanes de la tribu, nos conectaba profundamente con la memoria olvidada del verdadero significado de la vida y su misterio, su sentido cósmico. Una invitación a reencontrarnos con aquel pasado ancestral en el que latíamos en armonía con la madre tierra, que nos incitaba desesperadamente a estrechar lazos con la naturaleza como claves para vivir en el futuro, a abrazar y salvar a Gaia —que reacciona cuando la maltratamos—, y no dejarse arrastrar por la deriva de la modernidad que trata de dominarla para maximizar el crecimiento material.

Quiso ser un lobo para vivir en tierras no contaminadas. Fue aquel lupus que formaba parte de la mitología —en donde el hombre del paleolítico, plenamente integrado en la naturaleza, se fusionaba con el lobo en un rito de iniciación— convertido en guerrero para hacer frente a las agresiones... Nuestro arquetipo fue un héroe rebelde, indómito, visionario, libre y montaraz, que no se dejó domesticar y que luchó infatigablemente por la vida, los bosques y la fauna amenazada. El hechizo de su palabra, su energía, su entusiasmo, su vitalidad, su fuerza, su mensaje y sus códigos cautivaron y transformaron con su luz a un linaje, el de la estirpe de los libres, que como las grullas yertas por el latigazo del invierno sabrán, si no volver, al menos sentir, percibir y asomarse a aquel paraíso perdido que soñara, para que en las noches ibéricas no dejen de escucharse los hermosos aullidos del lobo.

[Texto y Diseño inspirado en Felix Rodríguez de la Fuente y en el magistral programa de Cuarto Milenio: “Felix, el último héroe” de Iker Jiménez]

Ahí donde moran los hombres también moran los divinos…

Los dioses, los mitos y los cultos mueren cuando una edad oscura se apodera de los hombres y los condena a caminar desolados… sin embargo no todo está perdido... late incansable en tu galope hasta restaurar en tu desbocado corazón a los viejos dioses —aquellos con los que convivían nuestros ancestros en su mundo natural—... Adora a la naturaleza, y clama como el viento y el rayo por el resurgir del aliento sagrado hasta que resuciten las hermosas melodías paganas que recorrían aquellos universos olvidados…   

"No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente” P. Reverte.

Si viviste peligrosamente y tu vida pendía de un hilo, si desafiaste a la autoridad, defendiendo tu razón y derechos con la orgullosa punta de tu espada, si te sacrificaste y eras generoso y humano, si eras intrépido, temerario, arrogante, valiente, aventurero, seductor, canalla, leal, si eras capaz de las acciones más heroicas pero también de las más mezquinas, si te guiaste por tu código de honor, si buscaste la gloria al margen de la sociedad y de la ley, si perdiste tu inocencia ante la cruda realidad del barro y la sangre, y si desencantado, todos te abandonaron... entonces probablemente eras un Tercio Viejo, un héroe cansado de armadura oxidada, un antihéroe olvidado como un Alatriste maldito.

La noche mágica esta por llegar. Nuestro astro rey ha alcanzado su cenit para inundarnos de luz, amor, calor y energía.

Salta a las llamas, despójate de tus miedos, quema tus lastres y sumérgete en las puras aguas bañadas de luna llena de Junio.

Recuerda a Sirius, luz brillante del cielo que ilumina el Nilo.

Festeja al dios Juno y la diosa Júpiter que celebran su amor celestial en la Antigua Roma.

Alaba a la diosa Lithia de los Wiccas que enamorada espera ser fecundada. 

Cuídate de las místicas, encantadoras y traviesas criaturas celtas que salen a enredar con los humanos.

Baila con los tambores druidas al ritmo del amanecer, en su cúspide el sol se filtra inundando de luz mágica las milenarias piedras del StoneHenge.

Y adora por siempre al oráculo del espíritu de la naturaleza!!

Ahí donde moran los hombres también moran los divinos…

Los dioses, los mitos y los cultos mueren cuando una edad oscura se apodera de los hombres y los condena a caminar desolados… sin embargo no todo está perdido... late incansable en tu galope hasta restaurar en tu desbocado corazón a los viejos dioses —aquellos con los que convivían nuestros ancestros en su mundo natural—... Adora a la naturaleza, y clama como el viento y el rayo por el resurgir del aliento sagrado hasta que resuciten las hermosas melodías paganas que recorrían aquellos universos olvidados…   

La irreverente calavera ancestral con su espíritu rebelde y burlón. Amamos esas viejas calaveras que se usaban en las viejas tradiciones de poemas satíricos, que ridiculizaban y hacían crítica social y protesta, de esto hace 500 años. También habían aparecido en diferentes obras de teatro como la "Danza de la muerte" en el siglo XIV. La gente necesitaba de la sátira para ayudar a lidiar con el mundo sombrío (plagas y enfermedades) a su alrededor. Pero el verdadero símbolo de la calavera surgió en México como un medio de expresión especialmente utilizado con tonos pícaros e irónicos contra los nobles y poderosos de los tiempos del virrey, popularizándose su uso durante la celebración del día de los muertos.

"Sólo los peces muertos siguen la corriente del río".

Nadar contracorriente, una odisea en sociedades abiertas donde paradójicamente más acceso a la información hay pero a la vez mayores controles a su población. Reflejos de aquellos universos distópicos —plagados de desastres ambientales y cataclismos— de las novelas de ciencia ficción ya tan visibles... Pero aún hay esperanza. Existen espacios de libertad donde emboscarse, donde los disidentes y librepensadores pueden reaccionar y rebelarse frente a las amenazas de la tiranía, la censura y la deshumanización. En algún recóndito y perdido lugar la Estirpe de los libres siempre resistirá... 

Según cuenta la leyenda neozelandesa, Tamanuitera ( El Sol en Maorí ) cabalgaba tan velozmente por las cordilleras del cielo que al hombre apenas le daba tiempo a percibirlo, hasta que un día Maui, el intrépido e ingenioso semidiós del mar, trenzó un mechón de pelo de su hermana junto con hilo verde para coserlo a modo de red e ir a los confines de la tierra para capturar al Sol. Una vez allí, después de una tediosa pelea Tamanuitera prometió pasar por los cielos más despacio para dar tiempo a los hombres a disfrutarlo y aprovecharse de sus importantes beneficios. Hay quien dice que los rayos del Sol son las cuerdas mágicas que en su día intentaron atrapar a Tamanuitera.

En la cultura Maorí el Sol representa el calor y la energía, la eternidad como fuente de luz, inteligencia, liderazgo, riqueza, grandeza, pasión, deseo, determinación en la vida, poder y protección.

Cuenta la leyenda que en un lugar del pacífico llamado Teaoturoa, vivía un apuesto guerrero llamado Mataora que quedó cautivado por la belleza exótica e irresistible de una mujer del inframundo, hija de Uetonga, descendiente de la diosa de la noche y el dios de los terremotos, de nombre Niwareka. Tan prendado quedó que le pidió matrimonio y ella accedió a quedarse en su mundo. Las cosas funcionaban hasta que en un desdichado día el aguerrido Mataora entró en cólera y violentamente maltrató a la princesa. Ahogada en su tristeza, abandonó a su esposo, regresando a Rarohenga, a su antigua vida subterránea. Las nubes lloraban, los arboles gritaban, los ríos sangraban... las súplicas del guerrero retumbaban en las profundidades de la tierra. Arrepentido de sus actos descendió en busca de su amada para implorarle el perdón. Uetonga que lo reconoció al llegar, soltó una gran carcajada pues la pintura corporal del héroe se había borrado por el camino. Desnudo de vergüenza, expuso su dolor en lagrimas de arrepentimiento, a lo que el misericordioso Rey perdonó tatuándole permanentemente y le mostró el arte del Ta Moko. Reconciliados, regresaron del más allá, donde enseñaron generación tras generación esta técnica del tatuaje tradicional maorí de Nueva Zelanda.

Cuenta la leyenda que en un lugar del pacífico llamado Teaoturoa, vivía un apuesto guerrero llamado Mataora que quedó cautivado por la belleza exótica e irresistible de una mujer del inframundo, hija de Uetonga, descendiente de la diosa de la noche y el dios de los terremotos, de nombre Niwareka. Tan prendado quedó que le pidió matrimonio y ella accedió a quedarse en su mundo. Las cosas funcionaban hasta que en un desdichado día el aguerrido Mataora entró en cólera y violentamente maltrató a la princesa. Ahogada en su tristeza, abandonó a su esposo, regresando a Rarohenga, a su antigua vida subterránea. Las nubes lloraban, los arboles gritaban, los ríos sangraban... las súplicas del guerrero retumbaban en las profundidades de la tierra. Arrepentido de sus actos descendió en busca de su amada para implorarle el perdón. Uetonga que lo reconoció al llegar, soltó una gran carcajada pues la pintura corporal del héroe se había borrado por el camino. Desnudo de vergüenza, expuso su dolor en lagrimas de arrepentimiento, a lo que el misericordioso Rey perdonó tatuándole permanentemente y le mostró el arte del Ta Moko. Reconciliados, regresaron del más allá, donde enseñaron generación tras generación esta técnica del tatuaje tradicional maorí de Nueva Zelanda.